Casco:

CASCOS DEL SIGLO XX

ARG 03

44 "Circa" (E.T.A.) Paracaidista

       ARGENTINA

Colección: Joseba Revuelta    http://www.cascoscoleccion.com

República Argentina. 


Denominación: Casco E.T.A.

Ficha 1/2

Proyecto: Argentino. Fabricado: 1.944.
Destinos: Batallón aerotransportado. Distribuido: 
Guarnición: Acolchada. Desmontable. Periodo:  Hasta década de los 80
Barboquejo: Cuero, con mentonera y a nuca. País de origen: Argentina.
Distintivo:  Escarapela nacional. Variante: (Diferentes atalajes).
Mimetización:  Material: Acero. Chapa 1,2 mm
Características: Sólido y cómodo. Peso: 0,710 kg
Otros: Recuerda a los europeos de la 2ª GM. Talla:
Balística:   Color: Verde oliva oscuro.

             

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En 1.935, en el distrito militar de Kiev, la antigua URSS, numerosas comisiones militares habían sido invitadas a unas maniobras. Con un impresionante lanzamiento, los 1.500 hombres pertenecientes a los dos primeros regimientos de paracaidistas de la VDV (Vozdouchno-Desantnykh Voysk), asombraron a los observadores. (1*)

Los comisionados militares, de vuelta a sus países, rindieron sus informes, incluidos ingleses, alemanes y franceses. Sin embargo,  su entusiasmo no fue contagiado a sus superiores (realmente solo Alemania aprovecharía la lección para la creación de sus futuras unidades aerotransportadas). Pero otros países occidentales presentes, también tomaban buena nota de cuanto estaban viendo. Entre ellos la Comisión Militar Argentina.

La República Argentina ha demostrado con frecuencia sus inquietudes por modernizar y actualizar, dentro de sus posibilidades, sus fuerzas armadas, y un interés especial por la fuerza aérea, manteniéndose desde el siglo XIX a la cabeza en Hispanoamérica. Y en aquella ocasión, a su regreso a la Argentina,  los impresionados militares hallaron una excelente disposición receptiva por parte de los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas para analizar el informe elaborado, además de la colaboración entusiasta del Presidente Agustín P. Justo. (2*)

Como consecuencia de todo ello, se recomendó estudiar la posibilidad de desarrollar un cuerpo nacional de tropas aerotransportadas. 

En aquellos años resultaba prematuro para ejércitos mucho más comprometidos, la formación de unidades aerotransportadas. Si bien la expectación era general, también lo era el recelo despertado y las grandes dudas sobre su operatividad durante un enfrentamiento armado.

Por todo ello conviene resaltar la acertada visión de los responsables argentinos al tomar la decisión de iniciar la creación de la unidad paracaidista, adelantándose a la mayoría de los ejércitos de su tiempo (visión de futuro en el arte militar ya demostrada en 1.866 cuando la Argentina fue el primer país que empleó con fines militares un globo cautivo durante la Guerra de la Triple Alianza, contra el Paraguay).

La invasión y conquista de Creta por los paracaidistas alemanes impresionó (como en el resto de los países) a los mandos de de la Aviación Militar argentina, que renovó los esfuerzos para desarrollar una unidad paracaidista.  Se verán compensados el 8 de abril de 1.942 con la publicación en el "Boletín Militar" de los estudios definitivos par su formación. La comunicación consiguió la solicitud entusiasta de numerosos voluntarios entre oficiales y suboficiales que deseaban formar los cuadros de la nueva Unidad. Inmediatamente comenzaron los cursos.

Pero aquella atrevida decisión de formar una unidad paracaidista no pudo plasmarse de forma práctica hasta 1.943. El 11 de octubre de aquel año sería creada la Escuela de Tropas Aerotransportadas, dependiente del Ejército, teniendo su base en Campo de Mayo. Por fin, el 14 de febrero de 1.944 nacerá el Batallón, dependiente aún del Comando Aéreo del Ejército. Se nombrará Jefe del Batallón, al Mayor Luis Efrain Ibarra. 

A partir del 1º de mayo de 1.944 se traslada, al pasar a integrarse en la Guarnición Aérea Córdoba como Escuela Militar de Paracaidistas   Con esta decisión, la Argentina se convertía en el 5º país del mundo en contar con tan modernísimas unidades, tras Rusia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Ya desde comienzos de los años 40 existía una fuerte aspiración por parte de los aviadores militares, en conseguir una Aviación Militar independiente del Ejército, con un Ministerio del Aire, equiparándose al Ejército y la Armada. Se ha elegido el modelo vigente en Alemania, donde los paracaidistas dependen de la Luftwaffe.

Variante en "vebo", cosido, concedido al personal que ha realizado el curso paracaidista (sin distinción de jerarquías),  y en oro, concedido a quien, poseyendo el brevet plateado, ha estado en unidades aerotransportadas de forma continua o alternada, y habilitado para efectuar lanzamientos, durante 5 años, u otros requisitos también muy exigentes. (3*) (Col J. M. Gómez)

La Revolución del 4 de junio de 1.943 facilitó el camino para la creación de un mando independiente, consiguiéndose que el 11 de febrero de 1.944 se creara el Comando en Jefe de la Aeronáutica (incluía la Escuela de Paracaidismo y el Batallón de Paracaidistas) que reemplazaba al Comando de Aviación del Ejército (aunque hasta el 4 de enero de 1.945 no se crearía la Secretaría de Aeronáutica, dependiente directamente del Presidente de la Nación).

A partir del 3 de enero, ya se había producido el traspaso de todo el material aéreo del Ejercito a la recientemente formada Fuerza Aérea, así como sus dependencias.

Finalmente, el 1º de Julio de 1.944 se colmarían las viejas aspiraciones, y la Fuerza Aérea Argentina se independizaría del Ejército como Aeronáutica Militar, pasando a ser definitivamente en 1.945 Comando de la Fuerza Aérea Argentina (lo que oficialmente no se confirmaría hasta 26 años más tarde, por ley Nº 19101 del 30/6/71). 

Solo unos días después, el  9 de Julio de 1.944, el  Batallón Paracaidista se presentó ante la ciudad de Buenos Aires, participando en la parada militar del Día de la Independencia. 

El 21 de diciembre de ese mismo año,  con motivo de los festejos del aniversario de la Fábrica de Aviación  IMPA, se ejecutó el primer lanzamiento desde aviones Junkers Ju-52, que habían despegado de la base aérea del Palomar, en Buenos Aires, saltando un total de 20 paras. 

El 10 de marzo de 1.945  fue oficializado por primera vez, el titulo de Paracaidista Militar, facultándose el emblema correspondiente.

Parches de paracaidistas argentino, del Regimiento 14 y normal de para.

 
 

El prestigio de la Academia traspasará el Océano. El Ministerio del Aire español enviará una comisión a Córdoba para estudiar las posibilidades de adaptar en España los logros del paracaidismo argentino. Los Capitanes comisionados llegan con ciertos recelos ante las posibilidades reales de Argentina para constituir una tropa paracaidista moderna y eficaz. Los informes de la Comisión revelaron su agradable sorpresa ante los resultados hallados, muy diferentes de los esperados (el informe incluía también aspectos del reclutamiento, instrucción, vestuario, armamento idóneo, etc.). 

Casco E.T.A. Primer tipo de casco de salto argentino utilizado por la "Escuela de Tropa Aerotransportada", con las características de la "chichonera" del tipo Rubber Bungy inglés, en loneta con protección. Col: Mueso A. Olmedo (4*)

 
 

La Memoria presentaba una situación muy positiva. Ello animó a enviar a los futuros responsables del paracaidismo militar español para que iniciaran un curso de paracaidista en la Academia (los cursos duraban un año, de enero a diciembre).

Junto al Douglas C-47 al inicio de los años 50. Col: G. v. Rauch.

 

 

Desde su temprana constitución, la Unidad de Paracaidistas utilizó cascos de cuero (seguramente de factura artesanal). No obstante, para entrenamiento dispusieron de otro modelo de casco "chichonera" del tipo Rubber Bungy inglés, también de fabricación argentina (carente de distintivos que faciliten hoy su identificación).

Salto con "chichonera", desde un Dougla-47 de la F.A.A., a principios de los años 50. Col: G. v. Rauch.

 

Todos estos cambios facilitaron la posibilidad de tomar decisiones propias, permitiendo, entre otras cuestiones de mayor entidad,  acelerar la fabricación de un nuevo casco de acero que ya se venía estudiando para el cuerpo de paracaidistas.

A partir del mismo 1.944 se pudo disponer del nuevo modelo, de diseño y fabricación nacional, acorde con las tendencias internacionales: el casco de paracaidista Mº CIRCA.

Paracaidista argentino con el primitivo cascos "Rubber". Foto: vía G. Binnerbini.

Efectivos de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, 9 de julio de 1944. (Col: G. v. Rauch).

 

Fabricado sobre plancha de acero de 0,9 mm., consigue una estimable dureza que se ve reforzada por su forma semiesférica y un rebordeo hacia el interior.

Juego de 12 remaches y marcas del proceso de entallado en su fabricación. Col: Mº A. Olmedo

Es suficientemente resistente para el uso inicial de salto y algo menos para su posterior utilización en combate (dato que no resultaba excepcional aún en 1.944).

 Conviene resaltar el enorme esfuerzo que supuso el desarrollo y posterior fabricación de este casco dada  la nula experiencia de su joven industria en este tipo de material. El casco Mº Circa fue el primer casco de acero de diseño y fabricación nacional argentina.

 

Paracaidistas, 1944. (Col: G. v. Rauch).

 

Su forma está inspirada en los cascos de paracaidistas europeos (inglés e italiano, principalmente) siendo sus medidas: Alto: 115 mm, Largo: 230mm y Ancho: 222mm.

Su forma es prácticamente semiesférica. Se aprecian las series de remaches. Col: P. Massolo

 
 

Se entregó pintado de color caqui satinado, siendo el interior de un acabado más áspero.

Paracaidista Fuerza Aérea (desde 1952, en uniforme de gala) Col: J. M. Gómez.

 

Como era tradicional, llevaba pintada sobre el costado derecho, mediante estarcido o mascarilla, la escarapela nacional (azul celeste, blanco, azul celeste).

Carece de marcajes que hagan referencia a su fabricación.

En la foto se aprecian también las cabezas de los botones de presión de dos de los 12 que sujetan el acolchado de la guarnición

 

La confortable guarnición se compone de un acolchamiento frontal, en cuero, sujeto al casco mediante 5 remaches, mas una canana de tacos de neopreno forrados formado una corona que puede separarse del casco mediante 12 botones de presión, cuyas abultadas cabezas sobresalen sobre todo el contorno del casco de acero, ofreciendo una imagen característica. (5*)

Col: Museo Coronel A. Olmedo

 

El complejo atalaje se forma mediante dos tiras dobladas en "V", una a cada lado, fijadas directamente al casco por dos remaches de cabeza plana, uno para cada extremo de la "V" (incomprensiblemente no utiliza anillas que faciliten su sustitución) y que soportan sendas hebillas (como en el sotocasco del M-1-C de Para norteamericano). 

El barboquejo está fabricado de tres piezas de cuero marrón claro, una ancha cazoleta mentonera (forrada de paño o fieltro verde) y dos largas tiras perforadas para su ajuste a las hebillas laterales, cosidas a aquella.

Atalajes con mentoneras forrada. Col: P. Massolo

 

Se completa con un atalaje complementario que se desliza sobre una trabilla sujeta por unas anillas de acero soldada en la parte posterior del casco, que abraza formando trabilla, la parte derecha del barboquejo (mediante un diávolo metálico) y con hebilla de ajuste al lado izquierdo.

Otros juegos suplementarios de anillas laterales parecen permitir la adaptación de un barboquejo simple o de diferente disposición. (6*)

Paracaidistas argentinos durante unos ejercicios, con cascos Mº 44 "circa" cubiertos con red. Foto: vía G. Binnerbini.  
 

Todo ello produce un buen afianzamiento del casco al cráneo del paracaidista, si bien el ajuste puede resultar algo engorroso. 

Las unidades paracaidistas argentinas han evolucionado de acuerdo a las últimas doctrinas tácticas y estratégicas mundiales. (7*)

Efectivos de la Escuela de Tropas Aerotransportadas desfilando en los años 40, con equipo completo y cascos Mº 44. Foto: vía P. Massolo

 

 

(1*) Tanto Inglaterra como Estados Unidos fueron incapaces de valorar suficientemente las posibilidades de la nueva arma. Solo cuando comprobaron la eficacia de los lanzamientos alemanes, trataron de acelerar la creación de unidades similares propias. Por su parte, Francia volvió a enviar observadores a la URSS con el fin de recabar más información, pero finalmente solo se organizarían dos Compañías de Paracaidistas en el Norte de África que serían disueltas definitivamente en 1.940. Los rusos, que habían iniciado la creación de sus unidades ya en 1.929, fueron perfeccionando y fortaleciendo permanentemente estas unidades de Paracaidistas de la Guardia (aunque durante la 2ª GM solo cosecharon fracasos, salvo al final contra los japoneses) hasta crear las actuales fuerzas aerotransportadas que se han convertido en la espina dorsal de las fuerzas de choque e intervención rápida rusas  (como se ha podido comprobar en los últimos acontecimientos y crisis en ese país).

(2*) Aunque sin vinculación directa con la decisión sobre el tema, recordaremos un hecho anecdótico pero relevante al respecto. Con la llegada de 30 aviones Breguet XIX adquiridos a Francia, biplanos biplazas, para bombardeo y reconocimiento, se impuso la obligatoriedad del paracaídas en la aviación y, precisamente el 12 de Abril de 1.927, el propio Ministro de la Guerra, General de División Agustín P. Justo (el futuro Presidente Constitucional de la Nación en 1.932-38) como pasajero de uno de aquellos Breguet XIX, en gira de inspección, fue arrancado de su asiento por una fuerte turbulencia, salvándose gracias a que se abrió su paracaídas (fue el primer argentino beneficiado por ese nuevo ingenio). 

(3*) La concesión del brevet de plata está condicionado al personal que haya realizado el curso de paracaidista militar (sin distinción de jerarquías).

Para merecer el brevet de oro es necesario cumplir las siguientes condiciones: Poseer el brevet plateado, haber estado destinado en unidades aerotransportadas, de forma continua o alternada, y habilitado para efectuar lanzamientos durante 5 años. Haber efectuado 60 lanzamientos mínimo, 6 nocturnos y 10 con equipo de combate completo (no cuentan los saltos del curso).

Estar habilitado para saltar durante 8 años, o 10 alternados. Hacer mínimo 3 de los siguientes cursos: Director vuelo y lanzamiento; Jefe de lanzamiento; Instructor de paracaidista; Apertura manual; Preparador de cargas de acompañamiento y pesadas; Guía y Plegador.

Paracaidistas argentinos

 

Haber participado en no menos de 4 operaciones aerotransportadas, lanzamiento con una fracción, o a cargo de la misma. Los jefes y suboficiales tenían sus cursos específicos.

Junto con el brevet metálico, en tela y los diplomas, el Sr. Jefe del Estado Mayor del Ejército, a propuesta de la Comisión presidida por el Comandante de la Brigada Aerotransportada IV, entrega un puñal de paracaidista militar en cuya hoja aparece el lema: "Con el cuerpo confiado en la tela. Puesta el alma en las manos de Dios" (anteriormente su lema era: "Hasta la última gota de mi sangre" coincidente con el de las dagas de las SA y SS alemanas).
 

Puñal de paracaidista argentino, en fundado, y desnudo mostrando su lema (en el otro lado de la hoja lleva grabado el emblema). Col: C. Schearer.

 
 

(4*) Este casco de tipo similar al Rubber Bungy inglés, denominado E.T.A. (Escuela de Tropa Aerotransportada), siglas con las que también se reconoce al modelo de acero, contemporáneo en la Brigada, estaba destinado exclusivamente a entrenamientos en aparatos y saltos de la Escuela. A diferencia del casco de acero que estaba reglamentado para saltos de instrucción militar (con equipo completo de combate, mochila y armamento).

Casco E.T.A. para saltos de entrenamiento en la Escuela. Col: Museo Coronel A. Olmedo.

 
 
 

Su característica más relevante es la protección conseguida con una gruesa pieza de corcho o material elástico ligero tipo "foam".

Interiormente contaba con un ligero acolchado. La mentonera, independiente, se aseguraba y ajustaba mediante un par de hebillas de clavillo.

Protección de la "chichonera"

(5*) El desmontaje de la guarnición es muy completo y permite la extracción y sustitución de las piezas de goma o neopreno que lo acolchan, tanto de la parte frontal como la corona de pequeños tacos. 

(6*) La desproporcionada largura de las tiras del barboquejo apuntan la posibilidad de alterar su enganche directamente a estas anillas suplementarias una vez en tierra, eliminando el agobio generado por un barboquejo demasiado complejo.

También existe una versión de barboquejo más sencilla, con mentonera formada por tira doble y carente de la pieza que enlaza la parte de la nuca, aunque mantiene  las dos piezas en "V" y su remachado directo al casco.

En la fotografía del paracaidista argentino, la mentonera del barboquejo se halla formada por dos tiras de cuero.

 

(7*) En 1.950, de acuerdo con las experiencias de la 2ª GM, la escuela es reintegrada al Ejercito, adoptándose las teorías de los vencedores, Inglaterra y Estados Unidos, que consideran al paracaidista como un combatiente que desarrolla sus tácticas en tierra, siendo el avión solo su ocasional transporte hasta el punto de la acción.

Esta medida que se concretará en 1.952, con el pase del personal y equipo a la instalaciones de Regimiento de Infantería Nº 13, en la misma ciudad de Córdoba.

 

Paracaidista argentino de la IV Brigada con equipo completo de salto. Se protege con un cascos Mº M-2 (M-I con atalajes específicos para paracaidismo). Cortesía: Museo de Armas Coronel A. Olmedo, La Calera, Córdoba

 

Este casco Mº M-2 fue utilizado en la Guerra de Las Malvinas en 1982 por tropas paracaidistas empleadas como fuerzas terrestres, dada su calidad de tropas de élite.

Un disco de neopreno suplementó su protección.

 

El atalaje de los cascos argentinos M1-C llevaba un importante refuerzo en la zona de mentón, que facilita su identificación.

Hay un proyecto del B.A.L. (Base de Apoyo Logístico "Córdoba") que consiste en instalar un atalaje similar al del casco de Kevlar (modificación que ya se efectuó en todos los cascos del Regimiento 14 de Paracaidistas (R.I. 14).

En la foto se aprecia el refuerzo en el barboquejo de un M1-C argentino. Col: P. Massolo

 
 
 

Tropas argentinas en una misión de la ONU, con cascos PASGT cubiertos con la funda reglamentada.


En 1.964 se crea la IV Brigada  Paracaidista, ha estado integrada por las siguientes unidades:

IV BRIGADA PARACAIDISTA

-Regimiento de Infantería Aerotransportada 2 General Balcarce

-Regimiento de Infantería Aerotransportada 14

-Regimiento de Infantería Aerotransportada 17

-Grupo de artillería  Aerotransportada 4

-Escuadrón de exploración de caballería  Aerotransportada 4

-Cía de Ingenieros Aerotransportada 4

-Cía de comunicaciones Aerotransportada 4

-Equipo de saltos especiales

-Cía de lanzamientos Aéreos Aerotransportados 4

-Base de apoyo logístico Córdoba

 

Todos sus integrantes son paras, incluso los miembros de la unidades de logística.

Junto con la Cía de Comandos nº 601/602, componen la Fuerza de Reacción Rápida, dependiente, en casos de crisis, del Presidente de la Nación.

En la lucha del Ejército Argentino contra la subversión, los paracaidistas  recibieron su bautismo de fuego. Sin embargo, a pesar de su calidad de tropas de élite, en 1.982 durante la Guerra de las Malvinas, de la Brigada Paracaidista solo se concedió el honor del combate al Grupo de Artillería Aerotransportado 4, única unidad enviada a las islas, donde tuvo una destacada actuación, luchando como tropas terrestres. Estos paracaidistas habían sido enviados a defender las islas debido a su alta preparación y profesionalidad. Su lema, originario de aquella actuación, "Luchamos con Honor y Volveremos" da una idea del espíritu que les anima.

Por su parte la industria argentina es la principal abastecedora del equipamiento de estas unidades. En lo concerniente a los paracaídas, son desarrollados y fabricados por la Fábrica de Paracaídas del Área Material de Córdoba, que pertenece a las Fuerza Aérea.

 

Diversos parches de unidades paracaidistas argentinas.

 
 
   

FOTOS CON HISTORIA

 

Desde el Douglas T-53 a 400m de altura, en un salto de patrulla sobre la guarnición militar de la ciudad de Córdoba

 

Preparados con sus cascos "de  ejercicio", sobre sus  paracaídas de pecho (de emergencia) se distinguen los puñales.

 

Primera presentación de los Paracaidistas del Ejército Argentino en la ciudad de Córdoba el 25 de mayo de 1953 (?) cubiertos por cascos "de guerra".-

 

Fotos: Colección Marcial Ojeda

 

Desfile del 9 de Julio de 1953, día de la Independencia Argentina, en la Av. de Mayo de la ciudad de Buenos Aires.

El abanderado fue el Subteniente Nicolás Calcagñi. Los escoltas fueron: El Cabo 1º José Ángel Ponzoni y el Cabo 1º Alejandro Aníbal Torres. 

El Subteniente Nicolás Calcagñi,   llegó a clasificarse campeón mundial de saltos consecutivos (por subir y saltar, sin descanso hasta lograr batir el record mundial de ese momento).

La fotografía fue tomada el día del primer lanzamiento  de la Cia. de Soldados Paracaidistas.

Escuela de Tropa Aerotransportada (E. T. A.).

Grupo de oficiales en el que aparece el primer médico paracaidista y, a su izquierda, con gorra, el entonces Capitán Manuel Haroldo Pomar, quien fuera uno de los que encabezara el movimiento revolucionario que derrocó al Gral. Perón  en 1955. Al cinto de Nicolás Calcagni, que acaricia una perrita, puede verse el "puñal de lanzamiento".

 

Mi agradecimiento al coleccionista argentino P. Massolo por su colaboración. 

Ver FICHA COMPLEMENTARIA Casco Para Argentino (2/2).