El coste material para España por su participación en esta guerra alcanzaba más de 3.500 millones de euros y un enorme coste humanos (100 militares fallecidos en Afganistán, incluyendo las 62 víctimas del accidente del Yak-42 en 2003, y dos intérpretes nacionalizados).

 

Posición española durante una operación en Afganistán.